domingo, 21 de octubre de 2018

El mito de Don Juan en la cultura rusa

Desde hace unas décadas se ha ido imponiendo y haciéndose hueco en España una fiesta ajena a nuestra tradición: Halloween. Calabazas, zombis, brujas, arañas, telarañas, niños de casa en casa pidiendo caramelos, etc. es la nueva manera de celebrar la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre (festividad de Todos los Santos). En España además de hacer una visita a los cementerios o comer los típicos pastelitos llamados huesos de santos, también se celebraba aquella noche una representación teatral que no faltaba en ningún pueblo de nuestra geografía, el Don Juan Tenorio. Aunque todavía es posible verla en algunos pueblos programada para esa noche, y normalmente representada por los propios vecinos del pueblo, cada vez es más rara encontrarla y lamentablemente acabe por perderse esta artística y original tradición. A continuación profundizaremos un poco más sobre esta obra teatral y su eco en Rusia.


¿Por qué se representa el 1 de noviembre?


La tradición de representar el Tenorio durante la festividad de Todos los Santos o la víspera de Difuntos se pierde en la noche de los tiempos. Existe disparidad de opiniones. Algunos autores dicen que Zorrilla escribió la obra un 1 de noviembre, otros se equivocan afirmando que el segundo acto, la escena del cementerio, transcurre durante ese día, pero todos coinciden en afirmar que la costumbre se estableció por los recursos dramáticos que se utilizan en la segunda parte de la obra, donde adquiere el protagonismo la muerte, las presencias fantasmagóricas, la redención y salvación del alma del arrepentido. Todo ello ambientado en un siniestro cementerio donde los muertos cobran vida. Y también es cierto que la segunda vez que se representó el Tenorio, 16 años después de su estreno, era un 1 de noviembre. Fecha que quizá se eligió ya que por aquel entonces eran habituales las representaciones de los autos sacramentales o quizá, por casualidades de la vida o por el ojo avizor de un avispado programador. Posteriormente fueron Rafael Calvo y Antonio Vico quienes recuperaron la tradición anual de representar la obra de Zorrilla.

Monumento a Don Juan Tenorio en Sevilla


¿Cómo llegó a Rusia?


Para empezar hemos de decir que el Don Juan Tenorio fue escrito en 1844 por José Zorrilla basándose en la obra de Tirso de Molina "El burlador de Sevilla y convidado de piedra" de 1630. Sin embargo fue Zorrilla quien le dio fama haciéndola una de las dos principales materializaciones literarias en lengua española del mito de Don Juan. Este Don Juan es un personaje arquetípico, configurado en la literatura española y con larga descendencia literaria europea. Hasta tal punto es recurrente en la literatura que en la actualidad llamamos "donjuán" a todo hombre promiscuo o que tiene éxito con las mujeres.

Al resto de Europa Don Juan llegó de la mano de autores como Molière, Goldoni, Hoffman, Byron o Mozart entre otros. Fue con este último y con su ópera Don Giovanni como acabó llegando a Rusia. Cuando se estrenó la versión rusa de Don Giovanni, entre los espectadores se encontraba Alexander Pushkin. El ya exitoso escritor ruso tomó prestados algunos elementos del libreto de Lorenzo da Ponte, pero escribió su propia versión. La llamó "El convidado de piedra" (Каменный гость). En la actualidad esta expresión se utiliza (también en ruso) para referirse a aquella persona que en una reunión, no interviene en ella y pasa desapercibido o es ignorado por los anfitriones. En las negociaciones, se dice frecuentemente de quien es invitado por compromiso, pero no es tenida en cuenta su opinión. La obra la incluyó dentro del ciclo de las "Pequeñas tragedias" (Маленькие трагедии) escritas durante la etapa del "Otoño de Bóldino" (Болдинская осень).

En la ópera rusa


Basándose en la obra de Pushkin el compositor Aleksandr Dargomyzhski compuso una ópera con las colaboraciones de César Cui y Nikolai Rimski-Kórsakov. Este último editó una última vez la obra en 1903 para convertirla en la versión estándar.



En la decoración para la representación de la ópera en 1917 participaron el pintor Alexander Golovin y su amigo Konstantin Korovin, a quien ya dediqué un artículo en este blog. A continuación se muestran dos bocetos de Golovin:

La tumba del comendador

En las murallas de Madrid


En el cine ruso


Se han realizado varias adaptaciones cinematográficas en Rusia. La primera de ellas, en 1967, es una adaptación de la ópera que he comentado anteriormente:



En 1971 encontramos ésta del Teatro Dramático de Leningrado A. S. Pushkin:



En 1979 dentro de la serie "Pequeñas tragedias" de Pushkin podemos ver al famoso artista polifacético Vladímir Visotski interpretando a Don Juan. El director, al elegir a un actor para interpretar el papel de un héroe seductor tuvo en cuenta la semblanza entre el artista y el personaje. Schweizer dijo: "Es un poeta y un hombre (…) Veréis, los protagonistas de Pushkin viven al "borde de una profunda oscuridad" y encuentran placeres inexplicables que aparecen ante una tragedia inminente. Don Juan está entre ellos y Visotski también". Fue su último papel antes de su muerte.

La serie "Pequeñas tragedias", dividida en tres capítulos, narra de forma intercalada las historias que componen las "Pequeñas tragedias" de Pushkin ("El caballero codicioso", "Mozart y Sallieri", "El convidado de piedra" y "Una fiesta en tiempos de  peste"). El "Convidado de piedra" comienza en el minuto 56:30 del capítulo 2:


Y continúa hasta el minuto 41:30 del capítulo 3:


En 2009 se estrenó una versión animada de "El convidado de piedra" en la que Elizaveta Boyarskaya interpreta a Laura. Sobre Elizaveta la directora comentó: "Necesitaba una Laura brillante. Durante mucho tiempo busqué una actriz hasta que alguien me propuso a Liza. Eso fue hace dos o tres años cuando ella todavía no era tan conocida, y yo en general no oía mucho sobre ella. Pero Boyarskaya respondió completamente a mi idea de Laura: apariencia deslumbrante, pasional, ojos resplandecientes." En la película también participa la cantante Zara en el papel de Doña Ana. La película recibió 2 Águilas de Oro (Золотой Орел).




En la pintura rusa


Iliá Repin pintó en 1885 una escena de "El convidado de piedra" en la que aparecen Don Juan y Doña Ana: