domingo, 20 de mayo de 2018

El diario de María Bashkirtseva


Maria Bashkirtseva (o Bashkirtseff) fue una pintora, escultora y escritora famosa por su diario íntimo. Nació en Gavrontsy, Imperio Ruso, (actualmente Dykanski, Ucrania) el 11 de noviembre de 1858 y falleció en París el 31 de octubre de 1884. Su prematura muerte a los 25 años fue consecuencia de la tuberculosis que padecía.

María Bashkirtseva

Creció en el extranjero, viajando con su familia materna a través de Europa, hasta que se instaló definitivamente en Francia. A los 13 años comenzó a escribir un diario en el que anotó todos los acontecimientos de su vida, sus pensamientos y sus sentimientos. "Digo todo, todo y todo" escribió con la intención de publicarlo algún día. Creatividad, emociones, dudas, viajes por Europa, la lucha contra la enfermedad, etc. Todo fue reflejado en el diario con una impactante sinceridad.



En uno de aquellos viajes por Europa María visitó España, dejando constancia en el diario de sus apreciaciones del país. El viaje a España influyó mucho en su obra como se desprende de estas palabras: 

"En cuanto a la pintura, aprendo mucho; veo lo que no veía antes. Mis ojos se abren, me levanto de puntillas y apenas respiro, temo que el encanto se derrumbe".

Viajando por las ciudades, Bashkirtseva no era tímida en sus declaraciones:

"En cuanto a Toledo, es un laberinto de curvas de calles estrechas donde el sol no penetra, donde los habitantes se han detenido por un tiempo y donde las casas son tan malas..."

"El palacio de El Escorial se asemeja al brasero de St. Lavrenty, que le da algún tipo de cuartel, lo siento por esa expresión".

Por supuesto, admiraba España como consta en las referencias del diario a sus visitas al Museo del Prado, al mercado del Rastro, a Córdoba, a Granada y al palacio de la Alhambra.

Sobre los hombres españoles escribió:

"Los hombres tiran sus capas debajo de tus pies para que puedas caminar a lo largo de ellas (aquí debe referirse a la costumbre que tenían en España los hombres de tirar sus capas a los pies de las mujeres para que éstas pudieran atravesar, sin mancharse, los charcos que se formaban en las calles). En cuanto a mí, me parece encantador; cuando salgo vestida de forma muy simple, pero con elegancia, me miran, se detienen, y yo definitivamente renazco; esta es una especie de vida nueva, romántica, con un toque de caballerosidad medieval...".

Autorretrato

lunes, 7 de mayo de 2018

Anna de Kiev, antepasada del rey de España


Hacer un árbol genealógico es una tarea bastante complicada debido al enorme trabajo de documentación necesario y en el mejor de los casos una persona que no ha pertenecido a la aristocracia podría llegar como mucho a la quinta o sexta generación de antepasados. Sin embargo, las estrictas leyes de sucesión de las monarquías europeas, así como la abundante documentación sobre ellas permiten de una forma sencilla y directa encontrar antepasados de épocas remotas.

En el caso del Rey de España es posible remontarse hasta el año 800 para encontrar a su antepasado más antiguo, Roberto III de Hesbaye, bisabuelo de Hugo Capeto, fundador de la Dinastía de los Capetos. Una rama de la Dinastía de los Capetos es la de los Borbones, dinastía a la que pertenecen los reyes de España. El actual rey de España y el gran duque de Luxemburgo son los únicos monarcas europeos que pertenecen agnáticamente a la dinastía Capeto. Los demás monarcas también pero por  vía cognaticia.

Esta dinastía de los Capetos tuvo un momento de crisis cuando en 1044 falleció sin descendencia la segunda esposa de Enrique I. El futuro de la dinastía (y de Europa) estaba en juego ya que la falta de un heredero podría poner en peligro la continuidad monárquica. Francia necesitaba urgentemente una reina.

Enrique I envió una embajada que recorrió las cortes europeas en busca de una candidata. Era una tarea difícil ya que la futura reina no podría estar emparentada con Enrique debido a un decreto papal contra la consanguinidad. Y fue por ello que aquella embajada arribó a la lejana Rus de Kiev de la que regresaron con la que sería la nueva esposa de Enrique, Anna de Kiev. Políticamente no era muy beneficioso para Francia ya que Kiev estaba lejos de la zona de influencia de Francia y territorios colindantes, pero el matrimonio sería considerado bastante provechoso debido al rango de Ana (hija del Zar), debido a que no estaba emparentada con Enrique, cumpliendo uno de los requisitos exigidos por el Papa, y debido a que provenía de una familia fértil como más tarde ella demostraría dando a luz a cuatro hijos, entre los que se encontraría el futuro rey de Francia y continuador de la dinastía Felipe I.

Estatua de Anna de Kiev en Senlis

Anna de Kiev o Anna Yaroslavna, conocida como Anna de Rus (o Agnés de Rusia en Francia), nacida entre 1024 y 1032, y fallecida en 1075 era hija del Gran Príncipe de la Rus de Kiev Yaroslav I el Sabio y de su esposa, la princesa sueca Ingegerd Oloffsdotter. No disponemos de mucha información sobre su infancia pero se deduce que recibió una vasta educación, inusual en aquella época para una mujer (podía leer y escribir en alfabeto cirílico). Fue la primera reina de Francia alfabetizada.

La princesa Anna parte a Francia para casarse con el rey Enrique I


Anna y Enrique se casaron en la catedral de Reims el 19 de mayo de 1051. Inmediatamente después de la ceremonia, fue coronada reina de Francia, hecho que se celebró durante semanas. Con este hecho se convirtió en la primera reina de Francia en ser coronada en la catedral de Reims.

Su firma, Ana la Reina, se considera la muestra más antigua de la escritura ucraniana


Como reina de Francia tuvo un papel importante. Fue administradora del hogar y de la corte real, supervisó la crianza de los príncipes y actuó como protectora de iglesias y conventos. Políticamente era una pieza clave a la altura de su marido. Estaba bien instruida en política y participó activamente en el gobierno de Francia. Prueba de ello son los documentos llegados a nuestros días en los que aparece su firma. Estuvo personalmente a cargo de algunas relaciones diplomáticas gracias a sus conocimientos de idiomas. Enrique respetaba tanto a Ana que en algunos de sus decretos aparece la inscripción "con el consentimiento de mi esposa Anna" y "en presencia de la reina Anna". Este tipo de inscripciones no volverán a repetirse jamás en la historia de Francia. Acompaño a su hijo Felipe en un viaje de inspección por Francia. Sus habilidades políticas y su extraordinaria inteligencia la hicieron valerse incluso de la admiración del Papa:

“Los rumores de sus virtudes, mi querida hija, llegan hasta aquí. Nos llena de gran alegría y satisfacción saber que su Majestad está cumpliendo sus deberes con entusiasmo y remarcable inteligencia en un país tan cristiano”.

Sello postal ucraniano del año 1998


Además parece que era poseedora de una extraordinaria belleza como así lo atestigua la esposa del que será su segundo marido:

“La Reina Anna es la mujer más bella y hermosa de todas las mujeres de Francia…”.

Tras la muerte de Enrique en 1060 y cuando era la regente de su hijo Felipe (primera mujer en ejercer la regencia en Francia), Anna fue raptada del convento en el que iba a tomar los hábitos y seguidamente llevada al altar por Raúl IV de Vexin, quien estaba todavía casado, provocando este hecho que la esposa de Raúl los denunciara ante el Papa. Tras una investigación el Papa ordenó la invalidez del matrimonio y la excomunión de Raúl. Sin embargo, al parecer ambos vivieron felices incluso tras la excomunión hasta la muerte de Raúl en 1074. De este matrimonio no nació ningún hijo.

Fresco de la catedral de Santa Sofía en Kiev representando a las hijas de Yaroslav. Anna es probablemente la más joven.


Después de 1075 no se sabe nada de Anna. Según algunos fuentes Anna murió alejada del poder el 5 de septiembre de 1075 y fue enterrada en la abadía de Villiers, La Ferté-Alais, Essonne. Según otras fuentes, Anna volvió con su padre, en Kiev, donde ella vivió entre 7 u 8 años más y murió en 1089.

Como legado Anna fundó la bahía de San Vicente en Senlis entre 1062 y 1069 así como el convento benedictino de Saint-Rémi en la misma ciudad.

De la Rus de Kiev Anna trajo a Francia el Evangelario de Reims, famoso por ser el de la consagración de los reyes de Francia (esto al parecer es un mito). También es de ella el jacinto del relicario de San Denis. Otro mito es que introdujo el baño en Francia.

En 1978 Ígor Maslennikov dirigió la película "Yaroslavna, reina de Francia"


El origen de Anna de Kiev fue objeto de polémica en 2017 cuando Putin visitó Francia y le explicó a Macron que con ella comenzaron las relaciones diplomáticas entre Rusia y Francia. Esto en Ucrania no sentó nada bien provocando que Poroshenko lo calificase de secuestro histórico. A partir de ahí se produjeron numerosos intercambios de mensajes en redes sociales entre Ucrania y Rusia defendiendo sus respectivas posturas:

Se cree que Anna introdujo el nombre "Felipe" en Occidente. Y casi 1000 años separan a nuestro Felipe VI de aquel Felipe, hijo de una reina que llegó a Francia de la lejana y desconocida Rus.


Felipe VI