domingo, 24 de mayo de 2020

Carlistas en Rusia (II): Jaime I


Como habíamos mencionado en la última entrada, Carlos VII tuvo un hijo llamado Jaime de Borbón y Borbón-Parma quien en 1896 fue nombrado por el zar Nicolás II alférez del Ejército Imperial Ruso con destino al Regimiento de Dragones de Loubuy, n.° 24. En diciembre de 1897 fue trasladado al Regimiento de la Guardia Imperial de Húsares de Grodno; y en el verano de 1899 formó parte de una comisión militar rusa enviada a las fronteras de Afganistán, Turquestán y Persia, pasando después de guarnición a Varsovia.




Retrato de don Jaime con el uniforme de coronel de la Guardia Leib de Grodno




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Emblema del Regimiento de Húsares de la Guardia Leib de Grodno


En el año 1900 participó en la expedición contra los bóxers en China como agregado del Estado Mayor del ejército ruso,​ distinguiéndose en el ataque a los fuertes de Peitang, por cuya acción fue condecorado. En varias de las cartas que envió su padre desde el exilio al palentino Matías Barrio y Mier escribió sobre la partida y regreso de su hijo de esta expedición:












Intervino asimismo en 1904 en la guerra ruso-japonesa. De acuerdo con el Barón de Artagan, en la batalla de Liaoyang Don Jaime permaneció tres días seguidos a caballo bajo el fuego enemigo; y en el sangriento combate de Vafangón el veterano general ruso Samsónov, quiso obligarle a retirarse de un punto donde la metralla japonesa barría las filas rusas, diciéndole: «¡Capitán Borbón! ¡vuestra existencia no os pertenece, puede ser necesaria a España!», a lo que Don Jaime habría contestado: «¡General, si yo fuera cobarde no sería digno de mi Patria!», espoleando al caballo hasta llegar a las trincheras japonesas en medio de una lluvia de fuego. Debido a sus méritos en esta guerra, fue ascendido a comandante de Caballería.





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Liaoyang - Pagoda china
El Gran Duque Borís y el príncipe Jaime de Borbón

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Port Arthur - El Gran Duque Borís y el príncipe Jaime de Borbón en la ribera, cerca de la Montaña de Oro



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El príncipe J. de Borbón
Port Arthur - Marineros japoneses hechos prisioneros a bordo de un brulote


A la muerte de su padre Don Carlos en 1909, presentó la renuncia de su cargo en el Ejército ruso, pero ésta no fue aceptada por el Zar, que le concedió el nombramiento de coronel de húsares de la Guardia Imperial, aunque le autorizó para salir de Rusia.



Su carrera militar a las órdenes del Imperio Ruso


Al parecer ya antes de 1877 don Jaime comenzó a estrechar relaciones con la corte de San Petersburgo y en 1895 pudo ingresar en el Ejército Ruso.

Entre abril y junio de 1996 se unió a una unidad de caballería de Odesa donde realizó tareas rutinarias. En 1897 fue transferido a Varsovia donde llegó en marzo o abril del año siguiente. Pasó al menos 6 años allí hasta que partió hacia Austria a finales de 1903.

Don Jaime llegó a Varsovia después de al menos medio año en el ejército ruso. En Varsovia fue asignado al Гродненский гусарский лейб-гвардии полк (Regimiento de húsares de la Guardia Leib de Grodno). Su nueva unidad era un regimiento de caballería que formaba parte de la muy prestigiosa Лейб-гвардия o Guardia Imperial. A este regimiento ingresó con el rango de alférez, siendo el 17 de septiembre de 1900 promocionado al rango de teniente. En 1904 fue ascendido a capitán y finalmente a coronel. En misiones con el Ejército Ruso sirvió en Turquía, Afganistán y Persia (desde el verano hasta el otoño de 1899), en unidades de combate durante el levantamiento de los bóxers en China (desde el verano de 1900 hasta la primavera de 1901) y durante la guerra ruso-japonesa (a partir de la primavera de 1904). Durante el estallido de la guerra contra Japón a principios de 1904 Don Jaime estuba con su padre en Venecia donde fue llamado a filas.

Entre sus condecoracoiones militares se encuentran:

- Orden de San Stanislao
- Orden de Santa Anna
- Orden de San Vladimir
- Medalla Por la campaña de China
- Medalla En recuerdo de la guerra ruso-japonesa

Don Jaime como alférez en 1898




Su vida privada en Varsovia


Inicialmente Don Jaime vivía en el barrio militar de Sielce, apenas dentro de los límites administrativos de la ciudad; su residencia era un modesto apartamento de una habitación en los cuarteles de los oficiales del regimiento en la actual Ulica Szwoleżerów, con dos ordenanzas, uno de ellos español, al lado. A partir de junio de 1900 ya fue reportado como que vivía en la actual Ulica Fryderyka Chopina en una zona lujosa y prestigiosa, en un edificio de apartamentos de nueva construcción. A pesar de su modesto rango don Jaime participó en fiestas oficiales con los más prestigiosos de la ciudad, ya sean miembros de la Casa de Romanov, generales de alto rango rusos, comandantes de distritos militares o funcionarios civiles como el presidente de Varsovia. Muy esporádicamente se informó que participaba en reuniones de las élites locales relacionadas con las visitas de sus parientes lejanos como Fernando de Orleans. o fiestas de aristócratas polacos como el conde Mieczysaw Woroniecki.



Cuartel en la actual Ulica Szwolezerów




La residencia de don Jaime en la actual Ulica Chopina





En general no se integró mucho en la vida comunitaria local. Declaró pasar su tiempo libre en teatros y restaurantes. Sin embargo fue una figura notable de la ciudad como deportista; además de unirse a la sociedad local de carreras de caballos fue particularmente reconocido por sus actividades automovilísticas. Era dueño de uno de los primeros coches en Varsovia, una máquina De Dion Bouton supuestamente muy apreciada por los habitantes de la ciudad. El único habitante local con el que parece que tuvo una estrecha relación fue Stanislao Grodzki, un pionero del automóvil de Varsovia y propietario del primer concesionario de automóviles.

No está claro hasta qué punto el servicio en el ejército ruso contribuyó a su formación. Los oficiales del cuerpo de la Guardia Imperial le hicieron una compañía peculiar, con identidad, valores y rituales propios, especialmente en un ambiente étnicamente ajeno. Según el cliché polaco sus deportes preferidos eran supuestamente las mujeres, beber y atormentar judíos en la alegre guarnición más occidental del Imperio, llamada en el argot de los oficiales rusos la "Alegre Varsovita". Algunos de sus oponentes carlistas afirmaron que a principios de 1900 don Jaime ya era una persona ideológicamente descarriada.




La política española en Varsovia


La prensa de Varsovia de la época estaba bastante bien informada sobre los acontecimientos en España, con la guerra contra los Estados Unidos sistemáticamente reportada e incluso los resultados de las elecciones de Cortés discutidos hasta detalles minúsculos; por ejemplo, en 1899 se señalaron 4 carlistas como elegidos. A pesar de las referencias ocasionales al carlismo en columnas de noticias, los casos de vinculación de estos informes con don Jaime en Varsovia fueron bastante excepcionales. Por lo general, notas de prensa referidas a don Jaime como "Su Alteza Real", se mantuvieron en un estilo educado que nunca se ha convertido en algo más que un desinterés simpático. No se ha identificado ni un solo caso de postura hostil o amistosa hacia los carlistas.


Históricamente las relaciones entre Rusia y el carlismo han estado marcadas por la indiferencia con manifestaciones ocasionales de simpatía mutua. Don Jaime no ha sido señalado como involucrado en ninguna iniciativa política, aunque sus participaciones en fiestas oficiales rusas con miembros de la Casa de Romanov fueron claramente aromatizadas con matices políticos. En una oportunidad, el príncipe hizo algunos esfuerzos para cortejar a los polacos, refiriéndose a presuntos combatientes polacos en las filas de las tropas legitimistas durante la última guerra carlista. 
Los servicios diplomáticos oficiales españoles trataron de vigilarlo de cerca.

Jaimistas en Manises, Valencia (1921)


Su servicio en el ejército ruso se menciona cuando se discuten controversias dentro del carlismo relacionadas con el papel de España en la Primera Guerra Mundial. Los trabajos que tratan de las relaciones hispano-polacas reconocen incluso breves episodios polacos de celebridades como Pablo Picasso o Carmen Laforet, pero ignoran a don Jaime, a pesar de que junto a Sofía Casanova (1907-1945) e Ignacio Hidalgo de Cisneros (1950-1962) es uno de los españoles más conocidos que residieron permanentemente en Varsovia.

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