sábado, 14 de septiembre de 2019

Cómo el Imperio Ruso interfirió en el diseño de la bandera de Galicia






La Cruz de San Andrés, origen de la moderna bandera gallega


San Andrés es el Santo Patrón de los Pescadores y también el Santo Patrón de varios países, entre ellos Escocia y Rusia, que utilizan la Cruz de San Andrés en banderas (en Escocia como bandera nacional, y en Rusia como enseña naval). Además la Cruz de San Andrés fue la insignia del Imperio Español (en la actualidad algunos exterritorios del imperio español la utilizan como bandera) con la denominación de cruz de Borgoña (S. Andrés también es patrón de Borgoña) siendo reservada actualmente para muchas banderas, guiones y estandartes actuales del Ejército español y en la escarapela que marca las colas de los aviones del Ejército del Aire de España. 

Cruz de S.Andrés en la bandera nacional escocesa

Cruz de S.Andrés en la enseña naval de Rusia

En Galicia, San Andrés es, después de Santiago, el Santo más popular con 72 parroquias gallegas dedicadas a su nombre. De hecho, aunque Santiago fue originalmente promovido como Santo Patrón de Galicia por la monarquía gallega medieval, a nivel popular gallego el culto a San Andrés siempre permaneció más arraigado, como demuestra la tradicional obligación espiritual de peregrinar al santuario de San Andrés ("A Santo André de Teixido, vai de morto quen non vai de vivo").

Cruz de Borgoña



Historia de la Cruz de San Andrés


Uno de los Doce Apóstoles de Cristo, San Andrés era un pescador procedente de la antigua Galilea que, según relata la Biblia, fue el primero de los apóstoles en ser llamado por Jesucristo ("haré de ti pescador de hombres").


En el Evangelio, San Andrés aparece en los momentos más transcendentes del nacimiento del Cristianismo: presente en la Última Cena, testigo de la Ascensión, y de los dones del Pentecostés.

Después de la Crucifixión de Jesús, San Andrés viajó como evangelizador del Cristianismo por las regiones del Mar Negro y Grecia. En su "Relato de los años pasados" el monje Néstor el Cronista, del Monasterio de las Cuevas de Kíev, relata su paso por las tierras eslavas:

"Y el Dniéper desemboca en el Ponto. Este mar cobra fama como Ruso. Por sus orillas enseñó, como dicen, San Andrés, el hermano de Pedro.

Cuando Andrés enseñó en Sínope y llegó a Querson supo que no lejos de Querson está la desembocadura del Dniéper y quiso dirigirse a Roma y pasó navegando la desembocadura del Dniéper y desde allí se dirigió hacia arriba por el Dniéper. Y sucedió de tal modo que él llegó y se puso bajo las montañas en la orilla. Y por la mañana se levantó y dijo a los discípulos que estaban con él: "¿Véis acaso estas montañas? En estas montañas brillará el paraíso de Dios, habrá una ciudad grande y Dios erigirá muchas iglesias". Y subiendo a estas montañas, las bendijo y puso una cruz y rezó a Dios y se encontró con esta montaña donde posteriormente estará Kíev y se fue rio arriba por el Dniéper. Y llegó a la tierra de los eslavos donde actualmente se encuentra Nóvgorod. Y vio a la gente que vive allí, cuáles eran sus costumbres y cómo se lavan y se azotan y se asombró de ello. Y se dirigió al país de los varegos y llegó a Roma e informó de cómo enseñó y de lo que vio y contó lo siguiente: "Vi un prodigio en la tierra eslava en mi camino hacia aquí. Vi baños de madera y los calientan fuertemente y se desnudan y están en cueros y se empapan con el kvas para el cuero y blanden sobre sí unas varillas jóvenes y se azotan ellos mismos y se pegan hasta tal punto que apenas salen arrastras medio muertos y se empapan con agua fría. Y hacen eso permanentemente, no martirizados por nadie, sino que ellos se martirizan así mismos, de manera que el lavarse es un tormento". Aquellos mismos, habiendo oído esto, se sorprendieron. Andrés, tras su estancia en Roma, volvió a Sínope."

El monje Epifanio, que en el siglo VIII escribió la primera hagiografía de San Andrés, también afirma que San Andrés llegó a Kíev.

Sirvan estos ejemplos para comprender la importancia de este santo en la tradición rusa.

San Andrés, según la tradición, murió martirizado en la ciudad griega de Patras, en una cruz diagonal.

Por su relación con el santo, la cruz diagonal se convirtió en el símbolo de San Andrés, del mismo modo que la Cruz Latina es el símbolo de Jesucristo, o la cruz-espada es la Cruz de Santiago.


Cruz de S.Andrés en la Bandera Marítima de Coruña


En el año 1845, siendo en aquel tiempo Coruña la capital de Galicia, se adoptó como bandera de la recientemente creada Provincia Marítima una Cruz de San Andrés azul sobre campo blanco.

Origen de la bandera gallega moderna: la bandera de la provincia marítima de Coruña, oficializada en 1845. Ilustración de la época, publicada en el libro "El buque en la armada española".

Esta enseña tuvo una repercusión fundamental en la simbología gallega moderna, pues esta bandera acabaría convirtiéndose en la actual bandera gallega.

En 1833 el gobierno español abolía formalmente el Reino de Galicia. Al dejar de existir el Reino gallego y sus instituciones, dejaron de verse en público los símbolos oficiales del Reino de Galicia.

A finales del siglo XIX, la gente corriente que emigraba a las Américas desconocía la simbología histórica del Reino.

Esta ignorancia posibilitó que, siendo Coruña en aquel tiempo la capital gallega -y la Cruz de San Andrés la bandera que ondeaba en sus barcos- los emigrantes empezaran a asociar esa bandera con Galicia y a utilizarla como si fuese la bandera gallega.

Así, la Cruz de San Andrés apareció ondeando como Bandera de Galicia en el mástil principal del Centro Gallego de La Habana, como demuestra una ilustración de finales del siglo XIX.

La cruz gallega de San Andrés (en el círculo amarillo) ondeando en calidade de Bandera Nacional Gallega en el mastil principal del Centro Gallego de La Habana a finales del siglo XIX, cuando los emigrantes adoptaron la bandera marítima de Coruña como nueva bandera gallega.


La gran cantidad de emigrantes gallegos entonces residentes en La Habana, y el dinamismo económico y cultural de la comunidad emigrante (con personajes como Curros Enríquez) en contraste con la depresión que en aquel tiempo afectaba a Galicia, facilitaron que la comunidad emigrante convirtiese esta enseña como la nueva bandera gallega.


Rusia interfiere y la Cruz pierde uno de sus brazos


La Cruz de San Andrés habría sido la bandera gallega actual de no ser por la interferencia de la Marina del Imperio de Rusia, que pidió a las autoridades españolas que cambiasen la bandera naval coruñesa (la Marina Imperial Rusa también tenía como enseña una Cruz de San Andrés azul sobre fondo blanco).

El gobierno español colaboró con las demandas rusas y ordenó por Decreto la modificación de la Cruz gallega de San Andrés el 22 Junio 1891, mutilándole uno de los dos brazos de la cruz, "para evitar las dificultades que puedan suscitarse, confundiendo la bandera del imperio ruso con la de la provincia marítima de La Coruña, se modifique esta última suprimiéndole una de las aspas, quedando por tanto reducida a una bandera blanca con faja diagonal azul (...) para evitar la confusión que se pueda dar entre la enseña del Imperio de Rusia y la de la provincia marítima de La Coruña".


La enseña de la provincia marítima de Coruña se consolida como la nueva bandera gallega


Impulsada como nueva bandera gallega por los emigrantes, parte del naciente movimiento Regionalista empezó también a utilizar la modificada enseña de la Provincia Marítima en sus actos.

Pero este proceso de aceptación del nuevo símbolo no fue instantáneo ni consensuado, y tardó medio siglo en cuajar en la sociedad.

A principios del siglo XX, el archivista de la recientemente fundada Real Academia Galega, César Vaamonde Lores, denunciaba en el Boletín de la Academia que la símbología histórica gallega estaba siendo "substituida por la de la matrícula de Coruña, esto es, blanca con una banda azul. De modo que esta bandera, que no es otra que la que usa la Comandancia de Marina de nuestro puerto [Coruña], y cuya jurisdicción no pasa de los límites de la bahía, aparece ahora adoptada como pabellón de toda la Galicia entera".

Esta situación de confusión social sobre la bandera tradicional gallega todavía llegó hasta los tiempos anteriores al I Estatuto, según escribió Castelao en 1937: "Me acuerdo que en las largas discusiones que en nuestro país se promovieron sobre la Bandera tradicional de Galicia, nadie acertó a demostrar cómo era e cuáles eran sus colores. Solamentes los que estabamos en silencio sabiamos que la Bandera tradicional de Galicia ni era blanca con la cruz de Santiago en el centro ni era azul y blanca".

La cuestión de fondo en esta confusión era que la abolición del Reino de Galicia en el año 1833 dejara en la sociedad un vacío de símbolos, conocimiento, y publicidad de la simbología oficial histórica gallega.

A pesar de su desconocimiento de la simbología histórica del Reino, los gallegos del exterior fueron conscientes de la necesidad de símbolos nacionales para representar a Galicia, y adoptaron inicialmente la bandera con la Cruz de San Andrés que ellos veían ondeando en los barcos de A Coruña, en aquel entonces capital gallega.

Sin embargo, otra postura defiende que la bandera habría sido creada por los galleguistas del Rexurdimento, y que la bandera blanca con franja transversal azul ya habría aparecido durante el traslado de los restos de Rosalía de Castro los días 25, 26 y 27 de mayo 1891 (un mes antes de que se decretase la nueva bandera marítima).​ Autores como Adelardo Novo apoyaron esta postura.

Los colores de la bandera de Galicia: campo blanco dividido por ancha banda azul diagonal, de izquierda a derecha.
Gaceta de Galicia, Santiago de Compostela (1892)

La Bandera Gallega sólo tiene dos colores: blanco y azul. El fondo es blanco, y desde el ángulo superior de la izquierda hasta el ángulo inferior de la derecha, atravesando el centro, una franja de color azul que debe tener de ancho la tercera parte del alto o ancho total de la bandera.
El Eco de Galicia, La Habana, Cuba (1898)

Este nuevo símbolo, promovido activamente por los gallegos del exterior, tardó casi un siglo en cuajar socialmente como moderna bandera gallega. Después de haber estado prohibida durante la mayor parte del siglo XX por dos dictaduras (Primo de Rivera, 1923-1930, y Franco, 1939-1975), la actual bandera gallega, inicialmente Cruz de San Andrés, fue declarada oficialmente Bandera de Galicia por el Parlamento Gallego en el año 1984.



sábado, 10 de agosto de 2019

Mosin-Nagant, el fusil ruso de la Guardia Civil

Los términos Mosin y Nagant corresponden a los apellidos de los ingenieros que inventaron este magní­fico fusil.


Sergei Ivanovitch Mosin (1849-1902), fue un oficial de artillerí­a ruso que, después de una dilatada carrera llegó a ser Director del Arsenal Imperial de Tula. A su vez, Leon Nagant era un célebre armero de la localidad belga de Lieja, inventor, entre muchas otras armas, del revólver Nagant que llegó a ser reglamentario en el ejército ruso hasta 1933, año en que fue sustituido por la pistola semiautomática Tokarev TT-33.

La historia de este fusil es la siguiente: En 1883, se formó una comisión promovida por el gobierno del Zar con objeto de sustituir al ya obsoleto fusil Berdam Mod. 1871, de sistema monotiro y recarga manual, por otro más acorde con esos tiempos. Para ello convocó un concurso, presentándose ambos armeros por separado y portando cada uno un fusil de su invención.

Después de severas e interminables evaluaciones, los jueces de la comisión seleccionaron a los presentados por Mosin y Nagant, aunque fueron incapaces de decantarse entre ambos. Después de muchas deliberaciones, decidieron construir un rifle que aprovechara las bondades y desechara los defectos de las dos armas, quedándose así­ con el sistema de disparo del ruso Mosin y el cargador del belga Nagant. De esta manera tan curiosa surgió el fusil Mosin-Nagant.

El ministerio del ejército ruso lo declaró reglamentario, denominándolo "Russkaya 3 Lineinaya Vintovka Obrazets 1891 Goda" –en castellano, Fusil Ruso de 3 Lí­neas Modelo 1891-. Tení­a un diseño muy clásico e incorporaba una caduca bayoneta acanalada de 50 cm. de largo.

Es un fusil de gran calidad, que dio magní­ficos resultados en condiciones climáticas y ambientales durí­simas que normalmente son las que más se dan en Rusia. Y es que entre sus cualidades destacaba su resistencia, fiabilidad, exactitud y facilidad de mantenimiento.

No se perdió ningún gran acontecimiento bélico del Siglo XX, estando presente durante la Guerra Ruso-Japonesa, la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la Segunda Guerra Mundial (destacó en la Batalla de Stalingrado), la guerra civil China y la Guerra de Corea, al término de la cual se le dio definitivamente de baja después de haber estado casi 70 años al servicio de la monarquí­a del Zar Nicolás II, y del régimen comunista de Lenin y Stalin, y es que las armas no entienden de ideologí­as.

Image from www.romantiki.ru
El legendario francotirador soviético Vasili Záitsev con su Mosin-Nagant

La última vez que sirvió masivamente a un ejército fue durante los inicios de la Guerra de Vietnam, armando al Vietcong hasta que los pudieron cambiar por los célebres AK-47. También han seguido utilizándose en los conflictos del siglo XXI y hasta la actualidad es utilizada como arma reglamentaria en algunas unidades rurales de la Milicia Bolivariana de Venezuela.

También en la guerra civil española jugó un papel importante siendo el fusil oficial del bando republicano. A mediados de octubre de 1936, los cargueros soviéticos Staryi Bolshevik, Neva, Kim, Kusk y Volgoles arribaron al puerto de Barcelona con las primeras cargas de material bélico que, procedente de la URSS, recibí­a el Gobierno de la República Española. En esta remesa llegaron los primeros ejemplares del Modelo 1891, junto a un menor número del más moderno 1891/30 y del anacrónico Winchester 1895. Los Mosin-Nagant fueron rápidamente distribuidos entre las fuerzas de choque de primera lí­nea, siendo dotadas del mismo las recién creadas Brigadas Internacionales, que hasta su disolución en 1938 no se separarí­an de sus fieles Mosin, que siguieron llegando a España a lo largo de todo el conflicto.

Mosin-Nagant (segundo por arriba) en el Museo Histórico Militar de Valencia




<… Descargaron de un camión unas pesadas cajas en forma de ataúd. Las abrieron y sacaron de ellas fusiles tipo Remington, envueltos en papel de periódicos mexicanos que rezumaban grasa... Los fusiles eran todos del mismo tipo, aunque algunos tenían estampada en el cañón el águila zarista, en tanto que otros ostentaban la hoz y el martillo soviéticos...

Los últimos eran unas pulgadas más cortos y unos gramos más ligeros....(Algunos fusiles solo llevaban el sello Made in Connecticut). Debido a su procedencia, fabricados en los Estados Unidos, enviados al Zar en 1914, copiados por artesanos bolcheviques, vendidos a Mexico para armar a los revolucionarios y regalados a la República Española, fueron bautizados con el nombre de "mexicanskis"...>

Así relató Cecil Eby, en su libro "Between the Bullet an the Lie" (Entre la bala y la mentira), cómo fueron armados con fusiles Mosin Nagant el Batallón Lincoln, decimoséptimo de las brigadas Internacionales.

Infantería republicana armada con el Mosin-Nagant


Dice Mr. Eby que los fusiles venían envueltos en periódicos mexicanos, lo que sugiere que no procedían de un envío directo desde la U.R.S.S. sino de México, desde donde efectivamente llegaron varias partidas de armamento adquiridas por Don Felix Godón Ordás, embajador de España en México.

Para explicar lo del sello "made in Connecticut" hay que retroceder hasta la Primera Guerra Mundial:

Durante la Primera Guerra Mundial, el gobierno de los Zares encargó la producción de un millón y medio de fusiles Mosin-Nagant a las fábricas de Remington y Westinghouse, debido a lo improductivo de la capacidad manufacturera rusa. Evidentemente no todos llegarían a ser entregados, al menos al imperio ruso o a la URSS. Lo que sí parece claro es que parte de ellos acabarían en Méjico (según Eby estos fusiles fueron enviados por los bolcheviques para armar a los zapatistas), quien no dudó en hacer de intermediario para estos restos de edición.

Finalizada la guerra civil española no era extraño ver a las parejas de la Guardia Civil patrullando con esta arma, sobre todo en zonas rurales. Fue durante varios años compañero inseparable de los Mauser como fusiles de dotación de la Guardia Civil pues, una vez rematada la Guerra Civil, muchos ejemplares que habí­an luchado en el bando republicano fueron depositados en los parques de Artillerí­a  y otros, junto con numeroso armamento capturado al ejército derrotado, sería pobremente vendido en el exterior. Los cartuchos incautados, la mayoría con marcas de fábricas soviéticas, serían torneados para borrar el marcaje y ser remarcados posiblemente para disimular su procedencia.

Fue una medida transitoria debida a las penurias de la posguerra que se dilató más de lo previsto. Se le denominó fusil Mausine de 7,62 mm. Y no fue hasta bien entrada la década de 1950 cuando por fin fueron retirados de las últimas Comandancias, siendo sustituidos por el mosquetón Mauser Modelo 1943.



Guardia Civil con un Mosin-Nagant en Logroño










sábado, 15 de junio de 2019

Valentina Tereshkova en Valencia

Valentina Tereshkova (Máslennikovo, 6 de marzo de 1937) realizó en los días 16 al 19 de junio de 1963 48 vueltas alrededor de la Tierra a bordo de la nave "Vostok-6" pilotada por ella, convirtiéndose así en la primera mujer cosmonauta de la histora y recibiendo los títulos de Héroe de la Unión Soviética y el de "Piloto cosmonauta de la URSS".

Tereshkova recibiendo el Honoris Causa en la UPV


El día 11 de junio de 1991 fue investida Doctora Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia. En la ceremonia de investidura pronunció un discurso que a continuación se puede leer:

Señoras y Señores, queridos amigos.

Permítanme agradecer de todo corazón al Rectorado de la Universidad Politécnica de Valencia el gran honor de otorgarme el Título de Doctor Honoris Causa.

Atribuyo esa decisión no sólo al reconocimiento de mis méritos personales, sino también de los logros de mi país en el campo de la ciencia y la técnica y la conquista del Cosmos.

Tuve suerte en encontrarme entre quienes abrieron el camino al Cosmos. A pesar de que transcurrieron más de 20 años desde aquel vuelo, no podré olvidar jamás la sensación que se experimenta observando nuestro planeta desde arriba. No sólo te sorprende la belleza de la Tierra, sino también su reducido tamaño, la proximidad entre los continentes, el vivo colorido de la naturaleza en contraste con la falta de vida en algunas regiones que fueron indiscriminadamente dañadas por el hombre.

Comenzando la conquista pacífica del Cosmos, soñábamos con que pasaría a formar patrimonio de toda la humanidad. En efecto, al paso de los años, la conquista del Cosmos abrió unas amplias perspectivas para su aprovechamiento con fines pacíficos en beneficio de los pueblos.

El Cosmos es único, y en su exploración pacífica tienen cabida todas las naciones. Se trata de avanzar conjuntamente tanto en las ciencias fundamentales, como en las aplicadas, de manera que todos los Estados pueden beneficiarse de los resultados de la exploración del Cosmos.

Cada vez adquiere mayor importancia la colaboración internacional en la conquista pacífica del espacio. Contempla programas científicos de investigación conjunta, así como preparación y vuelos conjuntos al espacio. Actualmente, en el Centro de Preparación de Cosmonautas, situado en los alrededores de Moscú, se están preparando para volar al Cosmos representantes de Austria, Francia y otros países.

Estoy completamente segura de que la colaboración entre cosmonautas y científicos de distintos países puede llegar a ser aún más fructífera y polifacética. En este sentido creo que la cooperación con su país, los contactos entre científicos e ingenieros españoles y soviéticos pueden multiplicarse y ampliarse.

España ocupa un lugar especial en el corazón y la mente de los soviéticos. Tenemos mucho en común: nuestros caracteres, costumbres, historia. Desde los primeros años de colegio nos familiarizamos con los inolvidables personajes del noble hidalgo Don Quijote y su fiel amigo Sancho Panza.

Hoy como nunca cobran actualidad las nociones, comunes a todos los hombres, del bien y del mal, la moral y la virtud que inspiraron a Cervantes a escribir su inmortal historia del caballero errante.Con la gran capacidad de previsión que caracteriza a grandes escritores, Cervantes anticipó nuestro tiempo, cuando solamente los valores humanos, nueva mentalidad en los asuntos internacionales, pueden garantizar el futuro de toda la humanidad sin peligro de ninguna clase.

Nuestra época de problemas universales y eventuales catástrofes globales, tanto nucleares como ecológicas, requiere la concienciación de que nuestra civilización y la misma vida en la Tierra corren peligro de desaparecer, si los hombres no se unen en su esfuerzo por salvaguardar la vida.

Nosotros, los habitantes del planeta Tierra, hemos de hacer todo lo posible para que el siglo XXI, en cuyo umbral nos encontramos, sea el primer siglo sin miedo a la catástrofe global.

Mucho depende de nosotros mismos, representantes de carreras técnicas, científicos e ingenieros, de cuantos impulsan con sus conocimientos y experiencia el progreso de la humanidad. De nosotros depende que los resultados de ese progreso se utilicen en beneficio de la humanidad y no en contra de ella, en aras de garantizar un período pacífico nuevo en la historia de la civilización y no para destruirla.

Una gran labor encaminada a establecer y reforzar los lazos de amistad entre representantes de distintos países, hombres y mujeres de distintas profesiones, realiza la Unión de Asociaciones Soviéticas de Amistad y Relaciones Culturales con Países Extranjeros, organización que cuenta con muchos años de vida y engloba en sus filas a más de 100 sociedades y asociaciones de amistad con los pueblos de todos los continentes, incluida, como no, la Asociación de Amistad URSS-España. Es una de las más activas, celebra festivales y días de ciencia y cultura, familiariza a nuestros pueblos con la historia y la vida contemporánea de España y la URSS, enseña los idiomas ruso y español, realiza conferencias y seminarios conjuntos sobre cuantos problemas interesen a las sociedades soviética y española.

Permítanme que considere la decisión de la Universidad Politécnica de Valencia de otorgarme el Título de Doctor Honoris Causa como deseo de profundizar aún más las ya existentes y fructíferas relaciones de cooperación entre España y la URSS.

Por mi parte, les prometo que empeñaré todo mi esfuerzo para que así sea.

Una vez más, les agradezco el honor que me han concedido.

En la ciudad de Valencia una calle lleva su nombre en el campus de la universidad y una placa reproduce parte de su discurso de investidura y su vida. Además es miembro honorífico de la Casa de Rusia en Valencia desde que visitó la ciudad.


Placa informativa en la calle que lleva su nombre

Calle Valentina Tereshkova en Valencia


Valentina Tereshkova será representada en uno de los 8 murales distribuidos por la ciudad de Valencia bajo el proyecto de 2019 'Murales interactivos Mujeres de Ciencia'. Este proyecto fue reconocido mejor proyecto divulgativo del año.